Uno de los muchos problemas que
tiene el agricultor de nuestra población es tener un vecino que ha abandonado
su huerto. El problema realmente es
doble, por un lado el propietario que desgraciadamente ha hecho sus números y
ante las pérdidas reiteradas año tras año se ha visto abocado a abandonar el
cultivo que tiempo atrás era su fuente principal de ingresos, y por otro lado
el propietario que aún realiza el esfuerzo de llevar su finca, pero que dispone
al lado una parcela llena de maleza con el consiguiente problema que ello
supone de malas hierbas e insectos, así como la posibilidad real de incendio en
la finca descuidada que se traslade a la propia finca.
Ante esta problemática, proponemos
en primer lugar realizar queja por registro de entrada del ayuntamiento por
parte del propietario de la finca, para que así se inicie un expediente en el
que se inste al propietario, para que en un plazo máximo concreto proceda a la
limpieza de la misma, y si no se limpia se proceda por parte de los servicios
municipales, pasando recibo de los gastos ocasionados al propietario.
En este requerimiento se indicará
al propietario de la parcela abandonada la posibilidad de entregar su parcela
al banco de tierras con la finalidad de arrendar el terreno durante un tiempo
determinado para que estas tierras puedan ser cultivadas.
El ayuntamiento dispondrá de un
contrato de arrendamiento tipo, que servirá de base para el acuerdo entre los
propietarios, de forma que se disponga un registro de las parcelas abandonadas,
un registro de parcelas del banco de tierras y otro de las parcelas arrendadas,
estableciendo el pago de una pequeña cantidad mensual entre los propietarios que
evite el abandono de la parcela por parte del nuevo arrendatario, en cuyo caso
volvería a su propietario.
Se trata de evitar en la medida de
lo posible el abandono de la tierra, de forma que el que quiera trabajarla
disponga de una cantidad de años suficientes para poderlas cultivarla y obtener
un beneficio, sin que el propietario de la misma tenga el gasto periódico de la
limpieza obteniendo además una pequeña renta por el alquiler.
El proyecto ha sido propuesto por
varios agricultores de la localidad que se encuentran, unos en situación de
abandono de sus tierras y otros con vecinos que las han abandonado, por lo que
desde la concejalía de agricultura se está trabajando para definir el proyecto
definitivo de banco de tierras que redunde en beneficio de todos, por lo que
cualquier aportación será bien recibida.
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